Camino de las Lajas (San Miguel)
Tenerife
publié le: 14/03/2024
El Camino de Las Lajas, entre el casco histórico de San Miguel y Aldea Blanca, discurre sobre un ancho lomo de suave pendiente entre barrancos. Este camino era utilizado por los cabreros que subían a Las Cañadas para aprovechar los pastos de alta montaña durante el verano, y los de la costa durante el invierno; por arrieros que a lomos de mulas, caballos y camellos transportaban mercancías con las que comerciar; y por los vecinos de Aldea Blanda que llevaban a sus difuntos a enterrar al cementerio de San Miguel, por lo que también era conocido como el “Camino de los Muertos”. El itinerario comienza en el pueblo de San Miguel, descendiendo hacia Montaña Ifaya y el barranco de Las Piteras, entre varios conos volcánicos y lavas basálticas, salpicadas por depósitos de piedra pómez, conservándose una gran parte de los antiguos empedrados, realizados con adoquines y lajas basálticas, en muchos casos talladas, mientras que en otros tramos, el material empleado son los cantos de tosca del sur de Tenerife.
Por los sectores de Lomo del Medio la anchura es variable, entre muros de piedra seca, con sillares irregulares de piedra del lugar, que sirven como indicadores del camino e impedían que los ganados invadiesen las propiedades colindantes. A medida que bajamos, el paisaje de Aldea Blanca y la costa del municipio aparecen ante nuestros ojos.
Le Chemin de Las Lajas, entre le centre historique de San Miguel et Aldea Blanca, s’étend en pente douce entre les ravins. Cette route était utilisée par les bergers qui montaient à Las Cañadas pour profiter des pâturages de haute montagne en été, et ceux de la côte en hiver; par des bergers qui, à dos de mules, de chevaux et de chameaux, transportaient des marchandises à échanger; et par les voisins de Aldea Blanda qui emmenaient leurs défunts enterrer au cimetière de San Miguel, de sorte qu’il était également connu comme le "Chemin des Morts". L’itinéraire commence dans le village de San Miguel, en descendant vers la montagne Ifaya et le ravin de Las Piteras, entre plusieurs cônes volcaniques et laves basaltiques, notamment cordées, parsemées de dépôts de pierre ponce, et conservant une grande partie des anciens pavés, réalisés avec des pavés et des lisses basaltiques, dans de nombreux cas sculptés, tandis que sur d’autres tronçons, le matériel utilisé sont la tosca du sud de Tenerife.
Dans les secteurs de Lomo del Medio la largeur du chemin est variable, entre les murs de pierres sèchesavec des pierres de taille irrégulières de la place, qui servent d’indicateurs du chemin et empêchaient les bovins d’envahir les propriétés environnantes. En descendant, le paysage de Aldea Blanca et la côte de la municipalité apparaissent sous nos yeux.